Por: Laura María Rivera Tapia
El pasado 6 de agosto Bolivia celebró la declaración de su independencia en 1825 y, como es de costumbre, el festejo contempló desfiles, actos conmemorativos y discursos gubernamentales de autoridades en todo el país. El discurso presidencial siempre es el más discutido, tanto por la audiencia como por los medios de comunicación. Esto no solo se debe el alcance del mismo, sino a que, retrospectivamente hablando, podemos encontrar en los mensajes del 6 de agosto claves fundamentales para entender el panorama político general de un país. Aprovechando el mes, este texto busca profundizar en el papel estratégico de las fiestas patrias en la configuración discursiva gubernamental y en las diferentes concepciones de nación existentes en el relato político.
La celebración de las fiestas patrias ha sido históricamente una herramienta política utilizada por los gobiernos para fortalecer la identidad nacional, fomentar el patriotismo y consolidar su poder. Estas festividades, que conmemoran momentos históricos clave en la formación de un país, son utilizadas estratégicamente para promover la cohesión social, ganar el apoyo popular y reforzar la imagen de los líderes políticos. Además, son a menudo utilizadas como plataformas para transmitir mensajes y agendas específicas. Los discursos pronunciados durante estas celebraciones suelen destacar los logros del gobierno en el contexto de la historia nacional, reforzando la narrativa de que el país está avanzando bajo su liderazgo. Estos discursos pueden abordar temas como el desarrollo económico, la seguridad nacional, la justicia social y otros aspectos de la política gubernamental.
Sin necesidad de señalar algún discurso en particular, es importante que la audiencia tenga conciencia de la agenda política que existe detrás de actos conmemorativos y reaccione críticamente ante los mensajes emitidos, sin dejarse llevar por el factor emocional de los acontecimientos. La crítica ciudadana hacia los discursos políticos nacionalistas es esencial para mantener una sociedad democrática informada, vigilante y para proteger los valores fundamentales de la diversidad, la libertad y el respeto. Aunque el nacionalismo puede ser presentado por los gobernantes y políticos como un medio para unir a la población y fortalecer la identidad nacional, es importante que comprendamos y cuestionemos los intereses que existen por detrás de estas ideas.
También debemos destacar que la utilización política de las fiestas patrias puede generar controversia. Algunos críticos argumentan que esta apropiación política puede ser manipuladora y superficial, desviando la atención de problemas reales o utilizando el sentimiento patriótico para encubrir acciones cuestionables del gobierno. Además, el uso excesivo de estas tácticas puede llevar a la saturación y la disminución de su impacto real en la opinión pública.
En última instancia, Al cuestionar y analizar de manera activa las afirmaciones y acciones de los gobernantes y políticos, la sociedad puede contribuir a un debate público más informado y participativo, evitando la manipulación y preservando los valores fundamentales de una sociedad democrática y pluralista.
Acerca del Autor:
Laura Rivera T.
Licenciada en comunicación por la Universidad Privada Boliviana, con más de dos años de experiencia en el ámbito de Nuevas Tecnologías para la Información y la Comunicación (TICs). Investigadora joven en CERES desde el 2019, con proyectos relacionados al comercio digital y a los medios de comunicación masiva. Apasionada y formada en Ciencias de Datos y Business Analytics.
