Con profunda tristeza, informamos del fallecimiento de Alain Touraine, uno de los sociólogos más influyentes y destacados del siglo XXI. Touraine dejó este mundo el 9 de junio de 2023 a la edad de 97 años, dejando un legado intelectual que perdurará por generaciones.
Nacido el 3 de Agosto de 1925 en Normandía, Alain Touraine dedicó su vida al estudio de la sociedad y al análisis de los desafíos contemporáneos que enfrentamos como humanidad. Su enfoque innovador en la sociología, centrado en la comprensión de la acción colectiva y la transformación social, lo estableció como uno de los pensadores más originales.
Touraine fue pionero en la teoría de la acción social y se destacó por su concepto de «sujeto actor». Desarrolló una perspectiva única que ponía énfasis en la capacidad de los individuos y los grupos para actuar, intervenir y transformar sus realidades sociales. Su enfoque se centró en dar voz a aquellos que tradicionalmente se consideraban marginados o excluidos, y en empoderar a los sujetos sociales para que tomaran un papel activo en la construcción de sus propias vidas.
Uno de los aportes más significativos de Touraine fue su análisis de los movimientos sociales. Comprendió la importancia de estos movimientos como agentes de cambio en la sociedad y los consideró como expresiones de la lucha por la emancipación y la justicia. Su trabajo ayudó a iluminar las dinámicas subyacentes de los movimientos sociales y a comprender su impacto en la transformación de las estructuras sociales y políticas.
En contraste con las teorías tradicionales que veían la modernidad como un progreso lineal y homogéneo, Touraine desafió esta visión al destacar la diversidad y las contradicciones inherentes a este fenómeno. Para él, la modernidad no era simplemente un estado alcanzado, sino un proceso en constante evolución, marcado por la tensión entre las fuerzas dominantes y las luchas de los sujetos sociales por su autonomía y reconocimiento. Su enfoque nos recordó que la modernidad no es un destino inevitable, sino una construcción colectiva en la que la acción y la transformación social desempeñan un papel fundamental.
Alain Touraine tuvo una comprensión profunda y perspicaz de la democracia y el populismo en el contexto contemporáneo. Reconoció que la democracia no puede ser entendida simplemente como un sistema político formal, sino como un proceso dinámico y en constante evolución en el que los ciudadanos ejercen su poder y participan activamente en la toma de decisiones. Además, Touraine advirtió sobre los peligros del populismo, al analizar cómo este fenómeno político puede aprovechar las frustraciones y temores de la sociedad para generar una retórica simplista y polarizadora. Para él, la democracia requiere de un equilibrio entre la participación ciudadana, el respeto a los derechos individuales y la construcción de consensos en busca del bienestar común. Su enfoque nos instó a reflexionar sobre los desafíos que enfrenta la democracia en la actualidad y la importancia de fortalecerla como un sistema inclusivo y pluralista.
Además de sus contribuciones teóricas, Alain Touraine se destacó por su incansable actividad como investigador y académico. Fundó y dirigió el Centro de Estudios de los Movimientos Sociales (CEMS) en el Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po), donde supervisó numerosos proyectos de investigación y formó a varias generaciones de sociólogos.
La influencia de Touraine se extendió más allá de las fronteras académicas. Sus ideas trascendieron el ámbito intelectual y resonaron en movimientos sociales y políticos de todo el mundo. Sus escritos han sido traducidos a numerosos idiomas y su legado ha dejado una profunda huella en la comprensión de la sociología contemporánea.
La muerte de Alain Touraine deja un vacío irreemplazable en el campo de la sociología y en la búsqueda de una sociedad más justa y equitativa. Su compromiso con la emancipación y su convicción en el poder de la acción colectiva continuarán inspirando a futuras generaciones de académicos, activistas y líderes.
Alain Touraine fue un referente intelectual para CERES desde su fundación, en 1978, ya que formó parte de su comité académico. Había sido maestro de Fernando Calderón en París y no dudó en venir a Bolivia a respaldar los primeros proyectos de investigación y de formación de investigadores de CERES. Lo recordamos siempre por su generosidad, gentileza y afecto, y la atención que puso sobre nuestras inquietudes y propuestas, criticándolas y orientándolas con sabiduría.
Alain Touraine será recordado como un intelectual visionario, cuyo trabajo transformó nuestra comprensión de la sociedad y nos desafió a luchar por un mundo mejor. Su legado perdurará en las páginas de la historia y su influencia seguirá moldeando el pensamiento social en los años venideros. Descansa en paz, Alain Touraine.