La situación económica de la mayoría de los hogares bolivianos no es la mejor de acuerdo a la percepción recogida en la encuesta realizada por el Foro Regional en el eje metropolitano del país (La Paz, Cochabamba, Santa Cruz).
Más del 25 por ciento de los entrevistados (de un total de 1.200 personas en edad de votar) manifestó que no les alcanzan los ingresos que tienen en su hogar y que enfrentan dificultades. De éstos, un dos por ciento señaló que tienen «grandes dificultades».
Si bien la mayoría de los consultados, más del 50 por ciento, respondió que vive sin grandes dificultades, considera que los ingresos que tienen en su hogar son «justo» (limitado) como para cubrir sus necesidades.
Solo un 17 por ciento, de todos los entrevistados, respondió que «le alcanza bien (sus ingresos) y puede ahorrar».
En los datos, destaca el analista Luis Pablo Cuba, una diferencia importante entre hombres y mujeres en cuanto a la satisfacción del hogar con los ingresos que cuentan. «Un 75 por ciento de los hombres cree que el ingreso familiar les alcanza para cubrir las necesidades del hogar, mientras que sólo el 70 por ciento de las mujeres que trabajan consideran que el ingreso familiar les permite la satisfacción del hogar».
De acuerdo a la encuesta, el 57, 7 por ciento de los entrevistados cuenta con un trabajo en este momento: un 31,3 por ciento es asalariado, otro 25,5 por ciento cuenta con un negocio propio con menos de cinco dependientes y un 0,9 por ciento trabaja como gerente o tiene un negocio propio con más de cinco dependientes.
Otro 25,4 por ciento no trabaja porque es jubilado (5.9 por ciento) o es estudiante (19,5 por ciento). Un 15,3 por ciento sí trabaja (en labores del hogar), pero no recibe remuneración económica.
En cuanto al nivel salarial o de ingresos que reciben (sólo por concepto de salario o pensión, sin contar los ingresos de los demás miembros del hogar ni remesas u otros) un 28,1 por ciento señaló que no tiene ningún ingreso, mientras que una mayoría de los encuestados (el 41,1 por ciento) dijo que tiene un ingreso mensual (por el trabajo que realiza o por pensión), que oscila entre los 1.000 y 3.000 bolivianos.
Solo un 8 por ciento, tiene ingresos entre 3.000 y más de 10.000 bolivianos.
Un importante porcentaje, el 13,4 por ciento de los encuestados, gana entre 250 y 1.100 bolivianos al mes, montos que están por debajo del salario mínimo. De acuerdo al último incremento salarial dispuesto por el Gobierno, Decreto Supremo 2346 de 1 de mayo de 2015, el salario mínimo nacional, con el aumento del 15 por ciento, es de 1.656 bolivianos.
SATISFACCIÓN CON LOS INGRESOS
Si se considera por nivel de empleo, los que no lo tienen –64 por ciento (desocupados, jubilados, estudiantes)–, en el momento de la encuesta, señalan que los ingresos familiares les alcanzan para vivir; y para el 71 por ciento, con empleo, afirman que les alcanzan los ingresos del hogar.
«Es muy interesante observar esas respuestas. En primer lugar, porque manifiesta la importancia de los ingresos familiares en términos de las estrategias de sobrevivencia de los hogares en Bolivia», dice Pablo Cuba.
Por ejemplo, manifiesta, el trabajo de la mujer dentro del hogar, las iniciativas de diversificación laboral y la recepción de remesas son muy importantes, tanto entre los que no tienen empleo y sí lo tienen. Por otra parte, no todos los que trabajan se sienten satisfechos con sus ingresos familiares. Cerca del 29 por ciento manifestó esa percepción. Es posible que esas personas estén en tramos de mediana edad y de ingresos no muy altos.
ANÁLISIS
LUIS PABLO CUBA ROJAS
CERES
Hay una tendencia a valorar positivamente
El empleo y el ingreso derivado de la actividad laboral son dos medidas que reflejan el bienestar económico de una sociedad. Una mayor equidad del proceso de crecimiento económico se traduce en oportunidades balanceadas de empleo entre hombres y mujeres, jóvenes y adultos. De igual manera, el nivel de ingreso determina la satisfacción con muchos aspectos de la calidad de vida de las personas.
Gracias a una encuesta realizada en el eje central metropolitano (La Paz, Cochabamba, Santa Cruz) por el Foro Regional, es posible encontrar algunos aspectos importantes sobre los niveles de satisfacción en función a los ingresos y el empleo. La encuesta revela que los bolivianos tienen tendencia a valorar positivamente los ingresos de su hogar, más allá de su situación de empleo o escala salarial. Esto resulta muy importante ya que se espera que el ingreso principal del jefe de hogar, sea suficiente para cubrir las necesidades básicas de la familia.
Sin embargo, cuando se mide los grados de satisfacción por algunas variables socioeconómicas e ingresos del hogar, se observa que esos ingresos les alcanzan un poco más a los hombres que a las mujeres.
La insatisfacción con el nivel de ingreso también está relacionada con las posibilidades de empleo entre hombres y mujeres. Por ejemplo, de todos los entrevistados, 72 por ciento de los hombres señalaron que está empleado; en cambio, el 45 por ciento de las mujeres aseguraron tener empleo remunerado. Esto refleja que los hombres siguen teniendo mayores oportunidades de empleo, lo que hace que los hogares que dependen del ingreso de una mujer tengan mayores dificultades para satisfacer sus necesidades económicas básicas.
En síntesis, hay grados de insatisfacción en términos de ingresos y de empleo en el eje metropolitano, a pesar de las políticas salariales y estabilidad macroeconómica que el país vivió en los últimos 10 años.
A la luz de estos resultados, se plantea una pregunta relativa a las causas de tales percepciones: ¿Se trata acaso de un fenómeno en el cual las condiciones precarias de empleo generalizadas provocan una tendencia a mejorar la calidad de vida a través de los ingresos complementarios?