Foro Regional – 67% rechaza explotar petróleo en áreas protegidas

Foro Regional – 67% rechaza explotar petróleo en áreas protegidas

Pese a los dilemas entre desarrollo económico y conciencia ambiental, los habitantes del eje central de Bolivia inclinan la balanza hacia este último valor, según la encuesta.

Así, el 67 por ciento de las personas consultadas rechaza la ejecución de exploración petrolera en parques y áreas protegidas, en una contundente oposición a las políticas de Gobierno en materia de exploración y explotación hidrocarburífera.

Una respuesta más explícita a este dilema ambiental surge cuando se pregunta a los bolivianos sobre qué priorizarían más en el país. El 79 por ciento de las personas consultadas responde que se debería privilegiar el medio ambiente aunque esto suponga un retraso en el desarrollo económico del país, mientras que sólo el 16 por ciento responde al revés: anteponer el desarrollo económico aunque esto implique ir a costa del medio ambiente. También existe un 5 por ciento que no encuentra diferencia entre ambas opciones.

Un dato curioso es que el 74 por ciento de los habitantes nunca tuvo la oportunidad de visitar un parque natural o área protegida del país.

Entre otras obras de impacto ambiental, el 61 por ciento manifiesta su rechazo a los proyectos expuestos por el Gobierno de instalar en el país plantas nucleares, un tema que comienza a generar debate en la agenda boliviana.

Sin embargo, algo contradictorio ocurre con la pregunta sobre su apoyo a la construcción de carreteras en la Amazonia boliviana. El 65 por ciento está de acuerdo con esta idea en clara contradicción con el gran porcentaje que pedía priorizar el medio ambiente sobre el desarrollo económico.

En esta misma línea contradictoria, siete de cada 10 (es decir el 71 por ciento) apoyan la propuesta de ampliar la frontera agrícola para el sector agroindustrial del oriente.

Entre otros proyectos que implican cierto grado de impacto ambiental, el 65 por ciento de los consultados manifiesta su acuerdo con la construcción del ferrocarril bioceánico contra el 34 por ciento que la rechaza.

Y hablando del tema, el proyecto de un tren metropolitano también es visto de gran utilidad por el 35 por ciento de la población, mientras 39 por ciento le ve “algo” de utilidad. Sólo el 18 por ciento lo ve como “poco necesario” y el 7 por ciento lo califica de inútil.

Finalmente, aunque no se encuentra dentro de los proyectos de impacto ambiental, al menos no de forma inmediata, el 64 por ciento de las respuestas válidas apoya el que se envíe un satélite al espacio, dando su respaldo así al proyecto del Gobierno del satélite Tupac Katari. El 36 por ciento se opone.

 

LA MITAD VIVE EN UN BARRIO «ALGO LIMPIO»

“De regular para abajo”, podríamos clasificar la respuesta promedio de las personas consultadas sobre el grado de limpieza de su barrio y la satisfacción de vivir en esa zona.

La mayoría de la población del eje central (52 por ciento) dice vivir en un lugar “algo limpio”, mientras que el 38 por ciento responde que su barrio está contaminado. El 4,5 dice vivir en una zona “muy contaminada”, mientras que sólo el 3 por ciento habita en un vecindario “muy limpio”.

Asimismo, si se tuviera que dar una nota del uno al siete sobre la calidad del aire en su barrio, la mayoría (el 32 por ciento) le da una nota de cinco sobre siete, y el 28 por ciento de cuatro sobre siete. Hay un 14 por ciento que sólo le da tres, y un 13 por ciento que le da seis, lo que implica que, pese a todo, no hay muchas quejas sobre la contaminación atmosférica.

 

ANÁLISIS

JEAN PAUL BENAVIDES

CERES

La población tiene conciencia ambiental ¿y el Gobierno?

Últimamente el Gobierno ha promulgado normas que conciernen a las áreas protegidas (AP). El decreto 2366 de mayo 2015 abre la posibilidad de explorar y explotar hidrocarburos en éstas, y éste sólo es uno de los muchos decretos en el mismo sentido. También en ciertas regiones se han anulado los planes de manejo para dar paso a la producción agrícola (azúcar para el ingenio de San Buenaventura) y hay una propuesta de ampliar a 20 hectáreas el desmonte sin necesidad de autorización ni pago en pequeñas propiedades y tierras comunales. Estas nuevas disposiciones pueden contribuir a la ampliación de la frontera agrícola incluso en áreas de producción forestal permanente. Algunos han argumentado a favor de los proyectos del Gobierno, haciendo brillar millones y remarcando que el espacio de intervención es mínimo, olvidando la fragmentación de los bosques e ignorando las presiones de colonización y tala ilegal. En mi opinión, este proceso, además, sabotea el esfuerzo de construir un desarrollo forestal sostenible en base a las comunidades. A pesar del discurso ecologista del Gobierno, no se ha hecho nada efectivo por disminuir las muy preocupantes tasas de deforestación y degradación de bosques. La población boliviana parece estar preocupada con los proyectos del Gobierno. La reciente encuesta del Foro Regional muestra que el 65 por ciento de la población no está de acuerdo con la explotación de petróleo en AP, sólo un 6,8 por ciento está totalmente de acuerdo. Sin embargo, la conciencia ecologista no es exagerada: 65 por ciento está de acuerdo con la expansión de la frontera agrícola en oriente y hasta con la construcción de carreteras en la Amazonia (pero no por el Tipnis), dos de los factores más importantes de deforestación. Así, encontramos un mensaje claro de la población y que se resumen en la última pregunta de la encuesta, 65 por ciento apoya la siguiente frase: “se debería dar prioridad al medio ambiente aunque signifique que el desarrollo de la economía sea más lento”. Esta conciencia ambientalista trasciende barreras sociales, de género, generacionales y étnicas. ¿Será que el Gobierno toma también conciencia?