El Instituto de Estudios de Desarrollo (IDS) de Gran Bretaña y Oxfam han publicado recientemente un nuevo informe, que tiene por titulo Vidas precarias: Alimento, Trabajo y Cuidado Después de la crisis alimentaria mundial (Precarious Lives: Food, Work and Care After the Global Food Crisis) el cual considera que la crisis alimentaria mundial de 2007-2011 trajo cambios duraderos a la relación entre el trabajo de la gente y la comida que comen – los costes de las cuales han pasado incontables por los políticos globales, un informe que advierte sobre peligros de la propagación de la comida rápida en los países en desarrollo.

Este informe es el resultado de cuatro años de colaboración entre Oxfam GB, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y los investigadores cualitativos y cuantitativos en diez países. Se basa en un estudio de Oxfam-IDS previo sobre los efectos de la crisis mundial de alimentos en la vida de las personas con ingresos bajos e inciertos, que se desarrolló entre 2009 y 2011 en cuatro países.

El estudio longitudinal sintetizado aquí se llevó a cabo entre 2012 y 2015 y las visitas anuales a las comunidades involucradas en los sitios rurales, urbanas y peri-urbanas, junto con comentarios encargados de precios y políticas durante el período a nivel nacional. Con la ayuda de los socios de la investigación y de las oficinas de Oxfam en todo el mundo, los hallazgos ya han comenzado a ser difundido y discutido con las comunidades, representantes del gobierno y miembros de la sociedad civil en múltiples niveles. La investigación fue financiada por el Departamento de Desarrollo Internacional, Irish Aid y Oxfam Reino Unido.

Un proyecto de investigación conducido por IDS, Oxfam y sus socios: Bangladesh, Bolivia en el que participa CERES, Burkina Faso , Etiopía, Guatemala, Indonesia, Kenia, Pakistán, Vietnam y Zambia.

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