La Economía Invisible de la Creatividad

Santiago Laserna

Introducción

Habiendo analizado la economía creativa en Bolivia por los últimos tres años, he visto pertinente seguir indagando con mayor profundidad el tema por los siguientes dos motivos. En primer lugar, la Economía Creativa ha ido adquiriendo un gran número de seguidores con cada año que pasa, partiendo de un concepto usado por unos cuántos autores novedosos como John Howkins y Richard Florida, el primero de los cuales afirmó que ya en el 2005 la economía creativa era responsable por el 6.1 por ciento de la economía global (Buitrago y Duque, 2013). Actualmente se ha llegado a un concepto académico que es el sujeto de un estudio periódico realizado por la ONU a nivel mundial (El Informe de la Economía Creativa de la UNCTAD) y publicaciones recientes que hacen hincapié en la necesidad de investigar el potencial de la economía creativa en Latinoamérica, bautizada como la Economía Naranja por Felipe Buitrago, en su novedoso trabajo del mismo nombre que fue respaldado por el Banco Interamericano de Desarrollo. Si hay algo que esta corriente de publicaciones nos deja ver es que la Economía Creativa no es un sujeto de estudio pasajero, basado simplemente en una moda, sino en una corriente del estudio económico nueva que merece ser tomada en serio y estudiada con mucho detenimiento y profundidad. El informe sobre la economía creativa publicado por la UNCTAD el 2013 parte de la importante premisa que dice “Existe una necesidad urgente para encontrar nuevas vías de desarrollo que estimulen la creatividad y la innovación en la búsqueda de crecimiento y desarrollo que sea inclusivo, equitativo y sustentable” (UNCTAD, 2013). Es por esto que la Economía Creativa está siendo considerada por varias universidades a nivel internacional y organizaciones no gubernamentales como un sector de estudio separado, una rama de la economía del desarrollo nueva y llena de información relevante para el mundo moderno. En segundo lugar, y justamente por tratarse de un tema tan novedoso, es que el tema es prácticamente inexistente en estudios académicos Bolivianos. Hay algunos autores que manejan el concepto de manera similar (industrias culturales, gestión cultural pública, etc.) pero ninguno de los estudios realizados en Bolivia llega a considerar realmente la economía creativa bajo el mismo marco que los estudios mencionados. Con esto en mente, considero una responsabilidad académica el seguir indagando sobre un tema tan novedoso y potencialmente beneficioso para el desarrollo de nuestro país.

Antecedentes

Entre los trabajos anteriores que realicé sobre el tema se pueden destacar en primer lugar “La Economía Creativa en Bolivia: estado de situación” que apareció en el Informe de Milenio sobre la Economía para el año 2012. En el mencionado trabajo se realizó un cálculo de la oferta de trabajadores creativos en Bolivia basado en un estudio de frecuencia, obteniendo así la cifra aproximada de 6.08 por ciento de trabajadores creativos del total de la Población Económicamente Activa. La cifra es baja al comparar con los porcentajes de países como Estados Unidos (34.8 por ciento) o Brasil (18.4 por ciento), pero no está tan lejos de potencias en crecimiento como la China (7.4 por ciento). De todas formas, la cifra muestra que el porcentaje de trabajadores creativos no es para nada descartable. En el mismo trabajo se obtuvo que el departamento con mayor porcentaje de población creativa es el de La Paz, ocupando el 33.46 por ciento de los trabajadores creativos bolivianos, seguidos por Cochabamba y Santa Cruz, ambos en un distante segundo lugar. Dicho trabajo también permitió la obtención de varios otros indicadores sobre la economía creativa, entre ellos las sub-industrias más prominentes dentro de la economía creativa y las características personales de los trabajadores creativos.

Un segundo artículo destacable que servirá como antecedente para el presente trabajo es ¿Qué nos dicen los datos sobre la Economía Creativa? Que fue publicado originalmente en la segunda edición de estudios en base a los datos del Foro Regional 2013, publicado en conjunto por CERES, Ciudadanía y Los Tiempos. En dicho artículo se realizó un pantallazo de la economía creativa en el área metropolitana de Cochabamba, haciendo hincapié esta vez en la obtención de datos referentes a la demanda de bienes creativos. Entre las conclusiones más relevantes de dicho trabajo están las siguientes:

  • El 33 por ciento de la población metropolitana de Cochabamba con edad superior a 18 años ha comprado algún bien creativo en los últimos tres meses. Aunque no es recomendable realizar una comparación directa ya que se trata de términos relativos, llama la atención que dicha demanda supera claramente a la oferta de trabajadores creativos en el país (6.08 por ciento de la PEA, como se vio en Laserna, 2012).
  • “Tanto en las categorías de eventos creativos, como en las de bienes creativos, la industria del cine es la que ocupa el primer lugar. El 43.13 por ciento de los asistentes a eventos creativo-culturales asistieron al cine y el 31.61 por ciento de los compradores de bienes creativo-culturales compraron una obra audiovisual, es decir un DVD.” Sin embargo, por la naturaleza del producto en cuestión este resultado abre la necesidad de analizar el rubro de la piratería, que es el predominante en la producción de estos bienes.

 

Finalmente, un tercer artículo que representa  un antecedente importante para la presente propuesta es temporalmente denominado “Economía Creativa en Bolivia: una primera aproximación” que fue desarrollado entre fines del 2013 y comienzos del 2014 para CERES y que todavía no ha sido publicado. En el mencionado trabajo se busca unir tres métodos de estudios distintos para obtener lo que he llamado “una primera aproximación” a la Economía Creativa, considerando de manera cuantitativa la oferta a nivel nacional, la demanda a nivel departamental (sólo se pudo trabajar con datos de Cochabamba) y complementando estos datos con estudios de caso realizados en la forma de entrevistas en profundidad a distintas personalidades importantes de la oferta de trabajadores creativos en el eje troncal de Bolivia (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz), entre ellos a músicos, productores de cine, empresarios creativos y coreógrafos de danza contemporánea profesionales.

La conclusión más importante del último trabajo fue que se notó una desconexión entre la oferta de bienes creativos frente a la demanda por los mismos. La demanda recae sobre todo en los bienes audiovisuales (cine y DVDs), pero esta demanda tiende enormemente hacia los productos importados (cine, televisión y DVDs de producción extranjera, sobre todo norteamericana), mientras que la oferta de bienes creativo-culturales termina siendo relegada a un nicho de bienes artesanales y de baja popularidad, sujetos a ser impulsados por ministerios y organizaciones no gubernamentales por el bien de promover el arte y la cultura y no necesariamente apoyar al rubro como una industria generadora de empleo y movimiento económico.

Metodología

Partiendo de estos tres trabajos anteriores es que para el presente trabajo pretendo realizar una profundización tanto regional como temporal. La profundización regional se dará gracias a la inclusión de preguntas específicas sobre la demanda de bienes creativos que serán usadas en el Foro Regional 2014, el cual esta vez será realizado en las ciudades del eje troncal del país, a diferencia del Foro Regional 2013, que se basó solamente en el departamento de Cochabamba. La metodología será la misma. Este acercamiento permitirá comparar los datos originales del área metropolitana de Cochabamba en Laserna (2013) con los datos de las áreas metropolitanas de La Paz y Santa Cruz y los nuevos datos sobre Cochabamba, permitiendo obtener una visión más clara y completa sobre la demanda de bienes creativos a nivel nacional.

Por el otro lado, la profundización temporal será posible gracias a la obtención de la Encuesta de Hogares 2011 y la aplicación de la metodología de análisis de la oferta laboral usada con los datos del 2009. Esta amplia información laboral a nivel nacional permitirá un análisis profundo sobre la oferta de trabajadores creativos en el país, así como una comparación inter-temporal con los datos de la misma encuesta el año 2009. Ambos métodos mencionados son netamente cuantitativos.

Para complementar los anteriores datos nuevamente se hará uso de la metodología de estudio de caso, pero esta vez realizando sesiones de grupos focales que permitan analizar la opinión conjunta de los demandantes o consumidores de bienes creativos y su aparente desinterés en la producción nacional, y la oferta de bienes creativos y su supuesta falta de presencia en el mercado nacional. A diferencia de Laserna (2014), este método incluirá a todo el grupo de estudio en el mismo cuarto, dejando que la conversación entre los entrevistados fluya de manera más natural y permita evidenciar problemas que el primer método de entrevistas personales puede no haber detectado.

Resultados Esperados

Es de esta manera que la presente propuesta de trabajo, si bien sigue una metodología similar a los anteriores trabajos que he realizado, representa un aporte mucho más profundo al análisis de la economía creativa en Bolivia. Si bien no se cuentan con suficientes datos para hacer un análisis de serie de tiempo, el repetir una parte de la metodología con datos actualizados permitirá obtener una noción más clara sobre la tendencia creciente o decreciente de la economía creativa en Bolivia, viendo cómo se relaciona esta con la del resto del mundo. Por último, el hecho de poder contar ahora con datos sobre la demanda a nivel del eje troncal permitirá una visión del consumo de bienes creativos en Bolivia que no se ha visto antes en nuestro país, aportando así al estudio académico global de la economía creativa como instrumento de desarrollo.